Legendario por el duelo Pacino-De Niro, los temas de la soledad y el azar como factor humano (caro al subgénero) encuentran una oportuna transposición en la simbiótica, obsesiva relación entre el líder de una banda de asaltantes y el oficial de policía tras su rastro, en este filme de Michael Mann. Cual la sombra o el doble del otro --eco irónico de la contigüidad que los une en la memoria colectiva--, De Niro y Pacino hacen del espectáculo violento el más apropiado comentario social.
lunes, 23 de agosto de 2010
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