Batman Begins (2005)

Después de The Dark Knight (2008) y, sobre todo, el espectacular Joker de Heath Ledger, muchos han olvidado que Batman nunca fue más maduro y grave que en este revolucionario film que narraba su origen. Sin complicaciones argumentales innecesarias y con un estilo virtualmente operístico, que traduce emociones tan profundas como las de la más auténtica tragedia a lo ancho del ecran, Christopher Nolan ofrece una de sus obras más arriesgadas y equilibradas, en la que el cómic se transforma en cine pero no es sacrificado por completo, y la filosofía y el realismo humano brindan una visión en su momento innovadora y hasta hoy sumamente fresca y enaltecedora de una aventura creativa de la cultura popular como pocas. Un brillante guión y un reparto prácticamente perfecto --en el que hay que destacar a Michael Caine como Alfred y reivindicar a Katie Holmes como Rachel Dawes--, entre otras cualidades, hacen de Batman Begins el mejor episodio de la aún inconclusa trilogía del Caballero de la Noche.

Paths of Glory

Bavaria, Alemania - 1957 - Kubrick en el set

"Senderos de gloria" sería la traducción correcta del título original, pero "La patrulla infernal" se despoja a capricho de la cruel ironía y nos señala sin disimulo la realidad que muestra el film --esa explicativa tradición titular del cine clásico exhibido en América Latina que no pierde su "encanto" nostálgico (la más fiel Ambiciones que matan y la declaradamente exagerada Desirée, la amante de Napoleón son otras frases domésticas que regresan a mi mente), aun en el duro ejemplo que nos ocupa. Paths of Glory constituye probablemente el alegato más perdurable contra la institución del ejército y sus intrigas fatales jamás realizado. Kirk Douglas, prefigurando el papel de Pacino en Serpico (1973), representa a la Justicia en el mundo, y la impotencia y el fracaso son su signo inalterable, su inconmovible sino. Resulta siempre un drama poderoso y asombrosamente indignante, y al cabo deja la convicción de que acaso sea la obra mayor de su autor --tal es su crudo impacto emocional. George Macready como el General Mireau pertenece a la Antología del Mal en el cinematógrafo.

Tarzan's Revenge (1938)

Bastante tópica y estándar aventura de Tarzan que, habiendo sido producida como serie B y vapuleada por la crítica de la época, cumple lo que promete, algo que no siempre se puede aseverar de las películas en general. La animosa Eleanor (guapa Eleanor Holm, medallista olímpica de natación) encuentra sin proponérselo la codicia de dos hombres muy distintos, un inescrupuloso sultán (C. Henry Gordon) y el legendario hombre mono (Glenn Morris, campeón olímpico de decatlón, por supuesto), durante un safari que incluye a su resfriada madre Hedda Hopper y su cobarde novio George Meeker. Sin pertenecer al canon, es recomendable para los completistas.