jueves, 22 de agosto de 2013

Películas para no dormir: Regreso a Moira (TV) (2006)

Competentes actores para un producto que se queda en promesa

La imaginación de Mateo Gil, artífice de las primeras tramas macabras de Alejandro Amenábar y director de aquella estimable opera prima que fue Nadie conoce a nadie (1999), se pone al servicio de una película televisiva (episodio de un a su vez frustrado esfuerzo de revivir las míticas Historias para no dormir de Narciso Ibáñez Serrador) que no satisface plenamente el potencial de su premisa, y, no obstante, demuestra el buen oficio de su creador para el género, incluyendo momentos de cierta belleza. Un amor imposible como tantos (protagonizado por los perfectamente elegidos Juan José Ballesta y Natalia Millán, esta última especialmente a la altura de sus requerimientos dramáticos) define el conflicto central de una historia de brujas con apuntes surrealistas que, es de lamentar, los recursos técnicos y las decisiones plásticas del caso terminan evitando llegue a mejor puerto. De todos modos, se trata de una pieza de horror bastante decente en su modestia y brevedad, sin llegar a ser una obra lograda ni mucho menos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario