jueves, 9 de agosto de 2012

Topaz (1969)


Inicialmente novelada por el autor de Exodus, esta intriga internacional en el pico de la Guerra Fría tenía casi todos los ingredientes para devolver a un decadente Mago del Suspense a su forma ideal; sin embargo, resultó su mayor fracaso a la fecha. En realidad, se trata de una producción malograda por la indecisión (Hitchcock filmó hasta tres finales, ninguno de los cuales fue satisfactorio) y la reacomodación de un estilo profundamente individual, que encontró la gloria en la edad de oro de los grandes estudios, a los nuevos vientos industriales y las nuevas olas artísticas. Una buena película, que, contrastada con lo mejor de una de las más grandes carreras del cine, ha sido injustamente vapuleada y obsequiada con una reputación por debajo de su auténtica calidad; es al menos tan buena como su predecesora Torn Curtain (1966), si no mejor.

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