Previamente a su "clásica" La dama rossa uccide sette volte (1972), Emilio Miraglia había dejado ya alguna constancia de su estilo adecuado y aun sugerente en el marco del giallo italiano --que transitaba por uno de sus mejores momentos, gracias a Dario Argento y su L'uccello dalle piume di cristallo (1970)-- en este relato desigual pero, finalmente y con todo, satisfactorio. Un rico aristócrata, incapaz de superar la infidelidad de su difunta esposa, se las da de Sade y seduce prostitutas para, en la intimidad de su castillo, ultimarlas entre reliquias renacentistas y muebles de diseño; creemos inútil asegurar que Patrick Bateman debió de apreciar tal argumento cuando la película de Miraglia fue comercializada en VHS como The Night Evelyn Came Out of the Grave. Por lo demás, se trata de una producción bastante cuidada dentro de su acendrado convencionalismo: espiritismo, locura y un ambiente perversamente malsano son elementos capturados en una atmosférica y calculada narrativa que, pese a las ocasionales malas actuaciones y sus torpes concesiones a la platea, inclusive le saca partido a la belleza física de sus personajes femeninos (la curvilínea Marina Malfatti en el aparente rol de Gladys, por ejemplo) y a la cáustica ironía subyacente tras una trama tan añeja como la de la legendaria London After Midnight (1927). Inevitable es notar el descaro Morricone-esco, esperadamente eficaz, de la música incidental a cargo de Bruno Nicolai, colaborador del Maestro en el citado thriller de Argento, Teorema (1968), la grandísima Il buono, il brutto, il cattivo (1966), entre otros importantes títulos. ***/*****
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario